Simone y Sartre un amor absoluto

Sartre

“Creo que era el más sucio, el peor vestido, hasta creo que tal vez el más feo” Simone de Beauvoir.

Así describe Simone a Sartre, su amor absoluto, así les gustaba nombrarlo, durante 51 años, hasta la muerte del filósofo francés en 1980. Al resto de relaciones que tuvieron en sus vidas las llamaron amores contingentes o secundarios, sí, nunca se casaron, ni tuvieron hijos, ni siquiera vivieron juntos y por supuesto no fueron monógamos, sin embargo desde que se conocieron en 1929, no se separaron.

¿Quiénes eran Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre?

Sus vidas no es mi cometido de hoy, solo diré lo necesario. Filósofos y escritores franceses, exponentes del existencialismo. La relación que mantuvieron durante 51 años está completamente ligada a su pensamiento, la existencia precede a la esencia, por lo tanto no hay una naturaleza humana que determine a los individuos sino que son sus actos los que determinan quiénes son, así como el significado de sus vidas.

Ella siempre lo llamó por su apellido Sartre y él a ella Castor (por el parecido en francés entre el apellido de Simone –Beauvoir- y la palabra castor –Beaver-).

Cuando se conocieron Sartre le propuso a Castor mantener una relación auténtica, una promesa de fidelidad pero no sexual, sino intelectual, el resto de amores que tuvieran serían secundarios y se lo contarían todo. El objetivo de Sartre era por encima de cualquier cosa la escritura y rechazaba todo aquello que lo apartara de ese camino, ambos amaban la libertad y no querían encadenarse a una institución como el matrimonio, ni dejar que su relación se fuera apagando por la rutina, sería una relación “libre”. “Nunca seríamos unos extraños el uno para el otro, nunca el uno recurriría en vano al otro y nada sería más fuerte que esa alianza; pero no tenía que degenerar ni en obligación ni en costumbre, debíamos salvaguardarla a cualquier precio de esa podredumbre. Acepté”. Simone en su obra “La fuerza de la edad” (1960).

“Supe que ya nunca saldría de mi vida” Simone.

Pero ¿fue todo tan bonito?, ¿qué unía realmente a Sartre y a Simone?

“Sentía una agonía que iba más allá de los simples celos” Simone.

Sí, hubo celos, sí, se enamoraron locamente de otras personas, incluso compartieron cama haciendo tríos con jóvenes alumnas de Simone, eran admirados, encandilaban a su paso y nada de todo eso los separó, ¿dónde está el secreto? Unos dicen dependencia, otros que Simone aguantó los caprichos de Sartre para mantenerlo a su lado.

Yo digo admiración.

Se admiraban mutuamente, ninguna personita de las que se cruzaron por su camino consiguió destruir eso.

Jamás debemos subestimar nuestra parte biológica, nuestro baile de hormonas cuando nos enamoramos, la novedad, en esos momentos podemos comportarnos como animalillos, y es ahí cuando solemos admirar a la persona amada, pero eso se va diluyendo y llega otra fase, más sosegada, la ausencia de esa danza hormonal nos hace ver a quién tenemos realmente delante. Llegados a ese punto se puede romper la relación o pasar de la admiración al amor calmado, dónde entrarán en juego los proyectos de vida, la seguridad, el respeto…por supuesto no es una fórmula exacta, no somos una ecuación, hay tantas relaciones como personas.

En mi opinión Simone y Sartre vivieron esa danza hormonal con diferentes personas, amaron apasionadamente a otros pero cuando se sosegaban, cuando se diluía esa locura inicial, quedaban ellos de nuevo, esa admiración mutua que no encontraron en nadie más.

Sartre valoraba al 100% la opinión de Simone, ella leía todo lo que él escribía, tenía que pasar el filtro de su querido Castor, quizás ninguna otra mujer para Sartre estuvo a su altura, ella lo sabía y lo admiraba de la misma forma, se retroalimentaban y eso hizo un muro inquebrantable alrededor de ellos, ni la belleza, ni la danza de hormonas, ni la pasión, ni la locura de la novedad, ni la angustia de los celos, iban a conseguir destruirlo. Quizás…solo ellos lo saben.

Cuando Simone escribió “El segundo sexo” en 1949 (una de las obras fundacionales del feminismo) ella quería entender ¿qué es ser mujer? Rompió esquemas, no olvidemos que por entonces mujer era sinónimo de madre y esposa, así que no debió ser sencillo para ella, la habían educado para eso y “desobedeció” por mantenerse fiel a sus principios.

Por lo tanto creo que es injusto cuando se critica a Simone diciendo que se sometió a Sartre porque derramó lágrimas en ciertos momentos, mientras que parece Sartre no sufrió de la misma forma, pero es que no debemos olvidar que no partían del mismo punto, ni de la misma educación, ella estaba rompiendo esquemas, desobedeciendo todo lo que le habían contado desde pequeñita que era ser mujer, él no, de hecho estaba ejerciendo de machote y eso era aplaudido.

¿Qué hubiera pasado si Simone se hubiera ido de la vida de Sartre?, ¿le hubiera dado igual?, ¿no hubiera sentido la angustia que describe ella en ciertos momentos?

En mi opinión esa angustia de Simone era más por su propio ajuste entre lo que le habían contado que era ser mujer y lo que ella sentía que debía hacer como persona.

Simone, Sartre…un placer leeros y que bonito es repasar sin sesgos vuestro amor absoluto.

¡Hora de caminar!

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